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Escribamos nuestra historia...
Re: Escribamos nuestra historia...pero una vez que te organizas, y estas de nuevo encaminado todo....
NOZZ
Re: Escribamos nuestra historia...marcha de nuevo. Pero, bueno, dejemos a un lado las tribulaciones y centrémonos en lo importante...
Re: Escribamos nuestra historia...... el viaje a Londres, donde podre poner en orden algunas cuestiones familiares, y de paso aprovechare la oportunidad de....
NOZZ
Re: Escribamos nuestra historia...poder hacer una visita a mi amiga Virginia Smith, con la que tuve el honor de trabajar en la empresa...
Re: Escribamos nuestra historia...Así va quedando...
Jesús miraba cómo llovía a través de las vidrieras de su oficina, sin advertir que alguien le observaba desde un edificio cercano. Fue entonces que le vino a la mente el detalle, un extraño destello en aquel ventanal le hizo recordar aquel domingo de abril. Ella resplandecía sobre el rosa pálido de aquel mar de cerezos en flor, nunca antes recordaba haber visto nada igual. Un terrible conflicto surgía en su interior, a pesar del maravilloso momento. No le quedaba más remedio que decirle la verdad. En su mente solo había subterfugios, incapaz de articular palabra, decidió posponer la explicación para otro instante y así tener tiempo suficiente para no recurrir a la mentira. Ha dejado de llover, pensó Jesús, una pausa como la que él habia hecho para no mentir, aunque sabía que tarde o temprano ella averiguaría la verdad. Sus recuerdos lo llevaron años atrás hasta el momento en que se conocieron: ─ Señorita, creo que este bolso es suyo ─le dijo Jesús. He visto cómo se le caía al andén mientras bajaba del tren. Ella se giró lentamente, miró el bolso y extendió el brazo para recogerlo. Fue en ese momento cuando vió el verde de sus ojos y una sonrisa. Con sus verdes ojos clavados en mi espalda marche, con una triste sonrisa, hacia el ocaso sin girarme ni una sola vez, en mis manos, la carta que sacó de su bolso, que aun estaba húmeda por sus lagrimas, seguí alejándome del lugar pensando en cómo reconducir la situación,. Pensando en lo que le había dicho, en esa mirada que iba dejando atrás, en ese preciso momento pensé, no hay nada perdido, es cuestión de volver sobre mis pasos, de mirarla nuevamente, de encontrar una excusa cualquiera para retomar aquella conversación que dejamos a medias, cuando surgió el problema de intentar descifrar ese conflicto interno que lo detenía, que le impedía tomar una decisión acertada. En esto recordó lo pasado hacía unos años en Roma en una situación no tan distinta, en la que un cúmulo de torpezas me llevó a cometer una gran equivocación que desencadenó en una vorágine que dejó nuestra relación marcada, con un sabor a culpa por no saber decir las cosas en el momento correcto, por hacer caso a un mal consejo. Siempre has de decidir tú, nunca por lo que te digan terceras personas con todo eso en la cabeza y sin haber decidido nada al azar, me detuve de súbito, puse un freno sobre mis pasos, intentando volver a descubrir su rastro. Allí ví la imponente Columna de Trajano, cerca de Monumento a Victor Manuel II, recordé el día que nos hicieron una foto, llovía y el viento traía el aroma de ese café que nos nos tomamos unos minutos antes mientras hablábamos de nuestras vivencias universitarias y de los temas de investigación que tanto nos atraían todas esas vivencias quedaron reflejadas en ese retrato en blanco y negro. ¿Qué nos ha pasado?. ¿Cómo hemos llegado a esta situación? No encuentro respuesta a mis preguntas. Y el tiempo tampoco parece colaborar conmigo. En eso, en un momento fugaz, aparece en mi memoria Esperanza, una amiga común, con la que habíamos tenido muy buena relación. Quizás a través de ella y de esos consejos que nunca le faltan logre conseguir lo que yo solo no puedo. Qué estará haciendo Esperanza, hace mucho tiempo que no nos vemos, ni tan siquiera se pudiera comunicar conmigo, aunque sea un mensaje. Ante ese repentino deseo, busco en mi memoria algún otro amigo que sepa de ella para poder contactar con ella y pedir su ayuda. Entonces repaso lentamente uno a uno todos aquellos de los que recibi consejo, hasta que llego a Eva una amiga abogada que nos ayudó en su día con un problema que tuvimos a causa de un accidente en moto, hace 3 años en la ruta 15 camino a Helena, Montana. nos llevó todo el papeleo de la demanda. Busco desesperado su teléfono. Necesito hablarle urgentemente. Pero solo hallo una apartado postal y un numero de teléfono que parece incompleto. Intento la opción de Correos, aunque no tengo claro que me den datos personales de nadie, pero debo probar. Así que le envió uno a ese apartado postal con la intención de que se entere que la necesito contactar. En el correo dicen que esto demorara un par de días. Deberé cargarme de paciencia, cosa difícil porque estoy de los nervios. Nunca se me dió bien esperar, pero esta es la oportunidad ya que bien vale el esfuerzo por recuperar aquel rastro que perdí por impaciente. Recuerdo a Esperanza como una gran mujer, eficiente, segura de si misma, sin importarle el cómo si eso la llevaba a conseguir su meta, siempre afable y dispuesta a ayudar desinteresadamente. Tocaba esperar sin desesperar. Esperar a que pasara por el apartado de correos y, si acaso, contactara conmigo. Así, me adentré a la noche de lluvia copiosa en un Café Bar en el que me detuve para comer algo, esperando que las horas pasaran presurosas, en eso me puse a recordar dónde empezó todo. El barco se movia a un lado y otro, había mala mar, ella estaba asustada, era su primer viaje. Me acerqué y le dije: Tranquila, es normal, ¿es tu primer viaje?. No, contestó. Empezó a explicarme que siempre que viaja en barco tenía un desasosiego que le era imposible evitar. Parece que había tenido muchas malas experiencias y no tenia más remedio qe recurrir a la química. Aunque, según ella, no consideraba que tuviera un efecto positivo en su malestar que si bien le hacia sentir algo mejor , cuando pasaba el efecto estaba otra vez sumida en el desespero. Pero, dejemos los problemas físicos a un lado y vayamos a lo que nos interesa, esa experiencia que nos sirvió tantas veces y que ahora es necesaria para poder recuperar a esa extraña en la que ha llegado a convertirse. Nuestra relación se fundamentó principalmente en no decirnos las cosas completamente, de aquí vino la deriva en nuestra relación, que cada vez se tornaba sombría, llena de silencios, de cosas no dichas rozando las malas maneras en alguna ocasión, que por suerte supimos mantener lejos de toda ira y discusión. Pero...aparquemos el tema de momento. Estaba pensando en mi próximo viaje a Londres, este fin de semana la previsión del tiempo es horrososa, como casi siempre, tengo que buscarme destinos que no estén tan lejanos ni que compliquen el equipaje cada ves viajar en avión se convierte en una aventura, nunca sabes que te puede pasar cuando estás en el aeropuerto. Es una incógnita saber si el vuelo será cancelado o tu equipaje se emancipará de ti y aparecerá en otro vuelo rumbo a Uganda u otro destino que no tiene un buen servicio de retorno y acabas de tiendas esperando que tu equipaje no se demore, aunque puede ser divertido ver la idiosincrasia de esos lares, pero la tensión que te invade no deja de incordiar y no disfrutas del viaje hasta que te retornan lo que es tuyo. No siempre consigues el objetivo pero una vez que te organizas, y estas de nuevo encaminado todo marcha de nuevo. Pero, bueno, dejemos a un lado las tribulaciones y centrémonos en lo importante el viaje a Londres, donde podre poner en orden algunas cuestiones familiares, y de paso aprovechare la oportunidad de poder hacer una visita a mi amiga Virginia Smith, con la que tuve el honor de trabajar en la empresa seguimos...
Re: Escribamos nuestra historia...encaminar nuestra vida para conseguir la meta que nos habíamos marcado...
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