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películas que te engancharán en los primeros 5 minutos

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películas que te engancharán en los primeros 5 minutos

Mensaje por pp4 »

Hay cineastas que sólo necesitan una escena (o dos) para meternos dentro de la película y obligarnos a seguir mirando.

Si estás buscando películas que te motiven desde el principio, las que tienen las mejores escenas iniciales de la historia del cine, esta es tu lista. Estos títulos son capaces de captar tu atención en un impactante inicio, y ya será cuestión de tiempo comprobar si esas altas expectativas construidas en tan sólo un par de escenas se acaban cumpliendo. De todos modos, engancharse (o no) a una historia concreta es algo muy personal. Por eso, entre estas películas, no nos cabe duda que vas a encontrar la(s) que te haga(n) vibrar en el sofá de casa y pedir que nunca se acaben.

A veces, todo empieza con una frase. "Anoche soñé que volvía a Manderley...", se escucha en las primeras imágenes de 'Rebeca' de Alfred Hitchcock, sumergiéndonos en el ambiente sombrío y misterioso de la historia. Otras veces empieza con una canción: son los casos de grandes obras como 'Sonrisas y lágrimas', que daba inicio a su historia al ritmo de "The hills are aliveeee...", y también 'El rey león', el clásico de Walt Disney Pictures que nos ponía los pelos de punta con su reunión animal al son de 'El ciclo sin fin'. Y ni siquiera hace falta que tengan letras: '2001, una odisea en el espacio', de Stanley Kubrick, sintoniza el 'Así habló Zaratustra' de Richard Strauss y nos dejó boquiabiertos con su solemnidad.

Como vemos, cada cineasta ha tenido sus modos de empezar la historia por todo lo alto para atrapar al espectador cuanto antes y no soltarlo. Y aquí encontramos una treintena de ejemplos que son, además, grandes películas que no hay que perderse. Y a ti, ¿qué película te dejó atrapado en los primeros cinco minutos?


Mad Max: Furia en la carretera (George Miller, 2015)

"Mi nombre es Max. Mi mundo es fuego y sangre". Con esas palabras empieza 'Mad Max: Furia en la carretera', una de las mejores películas de acción de la historia del cine y todo un espectáculo visual de arena, sangre y gasolina. En sus primeros segundos nos explica brevemente cómo el mundo se fue al garete, cómo la humanidad empezó a pelearse por los últimos recursos que quedaban. El agua escasea y, como dice Max: "Era difícil saber quién estaba más loco: yo o los demás". Se escucha una voz de una niña (temprana construcción del pasado del protagonista) y de pronto una persecución que da el pistoletazo de salida a la historia.

Sinopsis: En un mundo postapocalíptico en el que la vida no vale nada, Max Rockatansky (Tom Hardy) se ve obligado a luchar al lado de una misteriosa mujer, Furiosa (Charlize Theron), que huye a través del desierto junto a un grupo de chicas para escapar del cruel Inmortal Joe (Hugh Keays- Byrne) y sus secuaces.


2001, una odisea en el espacio (Stanley Kubrick, 1968)

Suena 'Así habló Zaratustra' de Richard Strauss, con toda su solemnidad y grandilocuencia. El monolito se alza en un plano contrapicado y el sol empieza a aparecer por encima, alineado con la luna. Es un inicio simple, pero increíblemente efectivo y significante una vez hemos visto todo el filme de Stanley Kubrick. El monolito es la clave. No es fácil. Por algo es una de las mejores películas que te dejarán pensando después del final.

Sinopsis: Narra los diversos periodos de la historia de la humanidad, no sólo del pasado, sino también del futuro. Hace millones de años, antes de la aparición del "homo sapiens", unos primates descubren un monolito que los conduce a un estadio de inteligencia superior. Millones de años después, otro monolito, enterrado en una luna, despierta el interés de los científicos. Por último, durante una misión de la NASA, HAL 9000, una máquina dotada de inteligencia artificial, se encarga de controlar todos los sistemas de una nave espacial tripulada.


Rebeca (Alfred Hitchcock, 1940)

"Anoche soñé que volvía a Manderley...". Es una de las mejores frases iniciales de la historia del cine, y es que esta primera escena de la película de Alfred Hitchcock nos empieza a sumergir en el ambiente sombrío y misterioso de su historia, basada en la novela de Daphne Du Maurier. Tras los créditos iniciales, la cámara se mueve como flotando a través de la puerta de entrada de la finca donde se desarrollarán gran parte de los hechos. Manderley, una mansión invadida por la alargada sombra de su fallecida dueña, Rebecca de Winter. "Como todos los que sueñas, me sentí poseída de un poder sobrenatural y atravesé como un espíritu la barrera ante mí...".

Sinopsis: Poco después de perder a su esposa Rebeca, el aristócrata inglés Maxim De Winter conoce en Montecarlo a una joven humilde, dama de compañía de una señora americana. Poco después, De Winter y la joven se casan y regresan a la mansión inglesa de Manderley, residencia habitual de De Winter. Pronto la señora Winter se da cuenta de que no puede borrar en su marido el recuerdo de su esposa difunta. Todo cuanto hace hubiera sido mejorado por Rebeca, y hasta el ama de llaves de la mansión siente hacia la joven una abierta antipatía. Poco tiempo después, se descubre en la costa el yate hundido en el que se ahogó Rebeca. El cadáver de ésta es hallado dentro con síntomas de haber sido asesinada. El examen forense revela que Rebeca estaba embarazada. Todas las pruebas expuestas en el juicio acusan a De Winter.


Romeo + Julieta (Baz Luhrmann, 1996)

¿Es un inicio o el tráiler de la película? Quién sabe: 'Romeo + Julieta' empieza con un montaje muy rápido y loco de imágenes que nos sumergen de lleno en el contexto de la historia y las rivalidades entre familias que serán esenciales para entender esta adaptación noventera de la obra de William Shakespeare. Todo empieza con un televisor y una presentadora del telenoticias anunciando todo lo que se nos viene encima. Desde luego, es imposible no engancharse instantáneamente a la historia.

Sinopsis: Historia de dos adolescentes, Romeo Montesco (Leonardo DiCaprio) y Julieta Capuleto (Claire Danes) cuya incontenible y desbordada pasión, que coloca al amor por encima de la muerte, se ve dramáticamente marcada por el absurdo y ancestral odio que se profesan dos familias: los Montescos y los Capuletos.


Sonrisas y lágrimas (Robert Wise, 1965)

"The hills are aliveeeeeeeeeee". La cámara sobrevuela una verde colina de los Alpes austríacos y nos muestra a una Julie Andrews entregadísima, que canta el tema principal de este musical dirigido por Robert Wise. Todo un clásico del género que empieza con una nota bien alta mostrando sus mejores armas: el carisma irresistible de su protagonista, los increíbles escenarios naturales y su envolvente música. Por algo es uno de los mejores musicales de la historia del cine.

Sinopsis: María (Julie Andrews), una encantadora y dulce aspirante a novicia, comienza a trabajar temporalmente como institutriz de los siete hijos del capitán Von Trapp (Christopher Plummer), un atractivo y viudo militar austriaco. Aunque al principio encuentra muchas reticencias por parte de los niños y algunas limitaciones que tienen que ver con el sentido de la disciplina del cabeza de familia, María consigue poco a poco ganarse el cariño de los chicos y conquistar el corazón del capitán Von Trapp, casándose incluso con él. Sin embargo, la felicidad que aporta María a la familia Trapp, se ve empañada por los sucesos políticos que poco después desembocan en la anexión de Austria por la Alemania nazi. Entonces la familia Trapp, al completo, decide huir.

Anticristo (Lars von Trier, 2009)

Una de las escenas iniciales más impactantes de la historia del cine. Blanco y negro, sexo explícito, cámara lenta, una muerte inocente... Apenas le bastan unos minutos a Lars von Trier para dejarnos con ganas de más y sentar el trauma que recorrerá toda la historia de la película. El origen de la culpa.

Sinopsis: Una pareja (Charlotte Gainsbourg y Willem Dafoe) sumida en el dolor por la pérdida de su hijo se retira a una cabaña en el bosque con la esperanza de hallar sosiego y recomponer su tambaleante matrimonio. Pero la naturaleza sigue su curso y las cosas irán de mal en peor.


El caballero oscuro (Christopher Nolan, 2008)

Bueno, decir que enganchan los 5 primeros minutos de esta película de Christopher Nolan es quedarse un poco corto. El 'tour de force' entre el Batman de Christian Bale y el Joker de Heath Ledger es un subidón constante, sin descanso, en un thriller que muchos consideran una de las mejores películas de superhéroes de la historia. En su primera escena, Joker hace su aparición estelar en el atraco a un banco.

Sinopsis: Batman (Christian Bale) con la ayuda del teniente Jim Gordon (Gary Oldman) y el fiscal de distrito Harvey Dent (Aaron Eckhart) se propone desmantelar las organizaciones criminales que infestan las calles de Gotham. La asociación demuestra ser efectiva, pero pronto se verán atrapados en un reino del caos desatado por una mente criminal: el Joker (Heath Ledger).


El padrino (Francis Ford Coppola, 1971)

Un aura de oscuridad rodea la cara de un irreconocible Marlon Brando, mientras la cámara retrocede lentamente. El despacho casi tenebroso, las persianas que a duras penas dejan entrar la luz y el lamento de un hombre que se atreve a pedir favores el día de la boda de la hija del jefe. Así empieza una de las mejores películas de la historia, dirigida por Francis Ford Coppola, y no podemos dejar de mirar a partir de ahí.

Sinopsis: Don Vito Corleone (Marlon Brando) es el jefe de una de las "Cinco Familias" que ejercen el mando en la "Cosa Nostra" de Nueva York en los años 40. Así, "El Padrino" es un hombre de honor con un código moral propio. Sin ir más lejos, es generoso con los amigos, a los que nunca niega un favor, aunque totalmente implacable con los adversarios. Cuando el jefe del clan se niega a entrar en el negocio de estupefacientes que le propone Sollozzo, comienza una cruenta lucha. Sonny (James Caan) sustituye a su malherido padre y toma las riendas de la organización criminal, ordenando una serie de ajustes de cuentas.


El rey león (Rob Minkoff y Roger Allers, 1994)

"Es el ciclo sin fiiiiiiiiiiiin". Cómo nos gusta empezar con una canción, y mejor aún si es un temazo como. Es asegurarte la permanencia de todos los espectadores de la saga. Y si encima sigues con esta versión animal y musical de 'Hamlet', todo un éxito de la factoría Disney, para qué más. Enganchar es poco. ¿Sabes en qué puesto está entre las mejores películas de animación de la historia del cine?

Sinopsis: La sabana africana es el escenario en el que tienen lugar las aventuras de Simba, un pequeño león que es el heredero del trono. Sin embargo, al ser injustamente acusado por el malvado Scar de la muerte de su padre, se ve obligado a exiliarse. Durante su destierro, hará buenas amistades e intentará regresar para recuperar lo que legítimamente le corresponde.


En busca del arca perdida (Steven Spielberg, 1981)

El lema de Steven Spielberg, como veremos en diversos ejemplos de esta lista, parece ser: empieza siempre a lo grande. En esta primera aventura de Indiana Jones (interpretado por Harrison Ford), llevó tal al extremo ese mantra que se sacó una roca gigante de la manga para que persiguiese a nuestro querido arqueólogo protagonista. Imposible empezar de forma más emocionante y prometedora.

Sinopsis: En 1936 y tras una expedición frustrada por su colega, el arqueólogo Belloq (Paul Freeman), el atractivo doctor Jones (Harrison Ford) regresa a sus clases en la universidad. Rápidamente, el Servicio Secreto lo requiere para una apasionante misión: la localización y recuperación del Arca de la Alianza, donde, según la tradición, están guardados los restos de las tablas de los Diez Mandamientos. Además de ser una joya arqueológica, el Arca tiene un gran valor añadido que también persigue Hitler, que se ha convertido en la gran amenaza mundial. Y es que, según las palabras de La Santa Biblia, el ejército que la posea siempre sera el vencedor.


Hasta que llegó su hora (Sergio Leone, 1968)

Empezar con una batalla épica es una baza ganadora. Y más aún si, como Sergio Leone, lo haces combinando el silencio con pequeños sonidos repetitivos, e invirtiendo tiempo en crear la tensión del momento. Lentamente, estos hombres aparecen en la superficie de madera de ese lugar perdido del Oeste, junto a las vías del tren. Y ahí comienza el espectáculo. Es, por supuesto, uno de los mejores wésterns de todos los tiempos.

Sinopsis: Brett McBain, un granjero viudo de origen irlandés, vive con sus hijos en una zona pobre y desértica del Oeste americano. Ha preparado una fiesta de bienvenida para Jill, su futura esposa, que viene desde Nueva Orleáns. Pero cuando Jill llega se encuentra con que una banda de pistoleros los ha asesinado a todos.


Hijos de los hombres (Alfonso Cuarón, 2006)

El inicio de esta película de Alfonso Cuarón es, probablemente, uno de los más impactantes de la historia del cine. Suena el telediario: la persona más joven de la Tierra ha muerto. Tenía 18 años. Estamos en 2017 y ya no nacen niños. Hay una crisis mundial tremenda. Y el mexicano sólo necesita 3 minutos de un plano secuencia para decírnoslo. Todo lo que sigue es, simplemente, magistral.

Sinopsis: Año 2027. Las mujeres han perdido la capacidad de dar a luz, así que la Humanidad se extingue en un mundo sumido en el caos social marcado por el terrorismo y las desigualdades. Pero Theo (Clive Owen) aún tiene esperanza en un posible futuro.


El laberinto del fauno (Guillermo del Toro, 2006)

Lo de empezar una película por el final es algo que hemos visto muchas veces. Pero Guillermo del Toro sabe bien cómo hacer de ello una gran virtud de la estructura de la película. Y, claro, cómo dejarnos enganchados desde que vemos la gota de sangre moverse en sentido contrario hacia la nariz de la protagonista. Es una de las mejores películas de Guillermo del Toro.

Sinopsis: España 1944. Ofelia (Ivana Baquero), una niña con enorme propensión a la fantasía, se desplaza en compañía de su madre (Ariadna Gil) a una residencia rural situada en el norte de la Península. Allí, su padrastro, el capitán Vidal (Sergi López), un militar fascista, encabeza un pelotón que combate a los maquis escondidos en la zona. El universo imaginario en el que vive Ofelia se convertirá, poco a poco, en preciso reflejo de las zonas más oscuras de su entorno inmediato.


La conversación (Francis Ford Coppola, 1974)

Como hemos visto, Francis Ford Coppola sabe cómo componer un buen comienzo, y sobre todo cómo dejarte completamente enganchado en él. Aquí, otra muestra más: un plano general de la calle que va acercándose, poco a poco, a una figura que camina entre la multitud. El misterio no ha hecho más que empezar.

Sinopsis: Harry Caul, un detective de reconocido prestigio como especialista en vigilancia y sistemas de seguridad, es contratado por un magnate para investigar a su joven esposa, que mantiene una relación con uno de sus empleados. La misión, para un experto de su categoría, resulta a primera vista inexplicable, ya que la pareja no ofrece ningún interés. Sin embargo, cuando Harry da por finalizado su trabajo, advierte que algo extraño se oculta tras la banalidad del caso, ya que su cliente se niega a identificarse, utilizando siempre intermediarios.


La dolce vita (Federico Fellini, 1960)

No hacen falta grandes diálogos o eventos para lanzar un mensaje contundente. Y en los primeros cinco minutos de la película. En este clásico italiano de Federico Fellini, el inicio es revelador: una figura de Jesucristo es llevada en volandas por un helicóptero, sobrevolando una ciudad de Roma que ha abierto sus puertas a la modernidad. La colisión entre la religión y el libertinaje, como reza nuestro análisis de la primera escena de 'Dolce Vita'. El resto es historia del cine.

Sinopsis: Una gigantesca estatua de Cristo Obrero, colgada de un helicóptero, sobrevuela el cielo romano camino de la plaza de San Pedro. En otro helicóptero va Marcello, un periodista sensacionalista. Más tarde, en un club nocturno se encuentra con una aristócrata neurótica que le alquila una cama a una prostituta para conseguir el "privilegio" de hacer el amor con Marcello en un sórdido dormitorio. Cuando este vuelve a su casa, descubre que la mujer que vive con él, Emma, ha intentado suicidarse.


La guerra de las galaxias (Episodio IV: Una nueva esperanza) (George Lucas, 1977)

Con esta película empezó una saga galáctica destinada a marcar a varias generaciones. ¡Y menudo comienzo! No hay introducciones que valgan: George Lucas fue al meollo del asunto sin muchas explicaciones de por medio, porque, bueno, ya nos iríamos enterando de esta compleja trama sobre la marcha. Y no se equivocaba. La entrada de Darth Vader y la princesa Leia en los primeros minutos del filme son confusos, pero enganchan más que las palomitas. Más de cuarenta años después, hay que saber bien cuál es el orden de todas las películas de Star Wars.

Sinopsis: Desde Tatooine, el árido planeta en el que habita, Luke Skywalker (Mark Hamill) se lanza a una colosal aventura intergaláctica en busca de la princesa Leia (Carrie Fisher) del planeta Alderaan, secuestrada por las tropas imperiales al mando de Darth Vader. Antes del secuestro, la princesa ha tenido tiempo de grabar los planos de la Estrella de la Muerte (una estación espacial diseñada para la destrucción de los planetas rebeldes) en la memoria del robot R2-D2. Secundado por Obi-Wan Kenobi (Alec Guiness), el último de los caballeros Jedi, y la inestimable ayuda de Han Solo (Harrison Ford) y Chewbacca, parte en busca de la princesa a bordo del Halcón Milenario.


La naranja mecánica (Stanley Kubrick, 1971)

Como si fuese esto una reunión de alcohólicos anónimos, el protagonista de este polémico filme de Stanley Kubrick se presenta a los espectadores como Álex y sus drugos, pasando de un inquietante primer plano de su cara a un plano general del extraño local en el que se encuentran, lleno de maniquíes desnudos y vasos de leche. Se declara fan de la ultraviolencia (y de Beethoven), y está a punto de demostrárnoslo. También por qué es una de las películas más polémicas de la historia.

Sinopsis: Alex, un individuo violento y con fuertes impulsos de golpear y atacar sexualmente, va a ser sometido a un nuevo tratamiento. Se trata de Ludovico, un método que el gobierno ha decidido aplicar para reinsertar socialmente a los delincuentes y criminales, con la intención de descongestionar a la numerosa población reclusa.

Malditos bastardos (Quentin Tarantino, 2009)

No había mejor personaje que Hans Landa (Christoph Waltz) para dar comienzo a esta película de Quentin Tarantino. No en vano es el personaje más apasionante de esta historia, aunque también el más cruel y despiadado. Aquí, vemos una muestra de su función como "caza-judíos", y es un inicio tan perturbador como espléndido. Sentimos la tensión mientras conversa con un hombre que está ocultando a judíos en su sótano. Nos consta que está bien arriba en el ranking de todas las películas de Quentin Tarantino.

Sinopsis: Segunda Guerra Mundial. Francia. Los Bastardos, una unidad de soldados judíos del ejército USA capitaneada por el teniente Aldo Raine (Brad Pitt) son el terror entre las filas alemanas. En su camino se cruza una granjera francesa, Shosanna Dreyfus (Mélanie Laurent). Los nazis han matado a su familia, y ella buscará venganza en un cine de París, donde el Ministro de Propaganda Goebbels (Sylvester Groth) quiere estrenar su última película.


Sed de mal (Orson Welles, 1958)

Es probablemente una de las secuencias iniciales más famosas y alabadas de todos los tiempos. También uno de los mejores planos secuencias de la historia del cine. ¡Y no es para menos! Orson Welles orquestó todo un plano que nos lleva desde la activación de una bomba hasta la explosión de ésta. Un inicio emocionante, que sin duda nos deja con ganas de más. Y más. Y más.

Sinopsis: Tras cenar en Los Robles, una pequeña localidad estadounidense fronteriza con México, un importante hombre de negocios muere al ser dinamitado su coche ya en territorio de EEUU. Ha sido testigo circunstancial del hecho, el comisario Vargas, alto jefe de la policía mexicana y destacado miembro de la Comisión Panamericana de Narcóticos. Desde ese momento establece una tensa relación con Hank Quinlan, el policía norteamericano encargado del caso. Éste, acostumbrado a utilizar métodos poco ortodoxos, considera que Vargas puede entorpecer su investigación.


Tiburón (Steven Spielberg, 1975)

La tensión se masca en esta película de Steven Spielberg desde el mismo principio. Ya lo hemos dicho un par de veces: el cineasta tiene un buenísimo ojo para los inicios impactantes. Aquí, desde luego, lo demuestra: una joven que se aleja de sus amigos, de la fiesta que están celebrando en la playa, para pegarse un bañito nocturno, sin saber que está siendo acechada por un gran tiburón. El resto ya lo sabéis... u os lo podéis imaginar.

Sinopsis: En la costa de un pequeño pueblo de Nueva Inglaterra un enorme tiburón ataca a varias personas. Temiendo las fatales consecuencias que esto puede provocar en el negocio turístico, el alcalde se niega a cerrar las playas y a difundir la noticia. Pero un nuevo ataque del tiburón, en la propia playa y del que resultan muertas varias personas, hace que la situación tome un giro distinto. De tal forma que un veterano cazdor de tiburones, un científico y el jefe de la policía local se adentran en un barco para dar caza al temible escualo.


Pozos de ambición (Paul Thomas Anderson, 2007)

Daniel Day-Lewis, en sí mismo, nos daría ganas de seguir viendo una película en cualquier circunstancia posible. Así de bueno es. Pero es que en los primeros minutos de este magnífico filme de Paul Thomas Anderson, en completa soledad buscando petróleo en un agujero, el silencio y su dolor basta para convencernos de que esta será una película memorable y una de las mejores películas de Daniel Day-Lewis. Y, efectivamente, lo es.

Sinopsis: Daniel Plainview (Daniel Day-Lewis), magnate en Texas a comienzos del siglo XX, intenta adueñarse de un yacimiento petrolífero enfrentándose a un joven predicador (Paul Dano) con mucha personalidad.


Reservoir Dogs (Quentin Tarantino, 1992)

Empezar una película con un acalorado debate sobre qué significa en realidad la letra de la canción 'Like a virgin' de Madonna es, de primeras, un éxito rotundo. ¿A quién se le ocurriría? A Quentin Tarantino, por supuesto. Eso, y el debate sobre por qué se debe dar propina a las camareras, da comienzo a este increíble debut del norteamericano.

Sinopsis: Reunidos a puerta cerrada, los supervivientes del robo a una joyería intentan saber las causas del fracaso, llegando a la conclusión de que entre ellos hay un delator. Desde ese momento no repararán en los métodos para desenmascararle.


Salvar al soldado Ryan (Steven Spielberg, 1998)

Cómo empezar más a lo grande que con la masacre que tuvo lugar en las costas de Normandía cuando las tropas estadounidenses desembarcaron en la Segunda Guerra Mundial. La guerra en su versión más cruda, confusa y violenta. Y sólo unos pocos minutos de angustia para demostrarlo. Una de las mejores secuencias de la historia, iniciales o de cualquier tipo, en la que Steven Spielberg nos hizo sentir las balas. Por algo es una de las mejores películas de guerra de la historia del cine.

Sinopsis: Tras el desembarco de Normandía durante la Segunda Guerra Mundial, donde murieron muchos combatientes aliados, un grupo de soldados americanos es elegido para llevar a cabo su última misión: salvar a un solo hombre que se encuentra al otro lado de las líneas enemigas. La patrulla del capitán John Miller (Tom Hanks) debe arriesgar sus vidas para encontrar y devolver a casa a salvo al soldado James Ryan (Matt Damon), cuyos tres hermanos han muerto en el conflicto bélico.


Perdición (Billy Wilder, 1944)

Otra vez el final se coloca al principio para introducirnos una historia de traiciones e infidelidades. Pero no es sólo esta primera escena lo que engancha de sus primeros cinco minutos. Cuando entramos en ese tiempo pasado, en la historia del "qué pasó", comprobamos que los intercambios verbales (de momento) entre Barbara Stanwyck y Fred MacMurray son adictivos hasta el extremo. Además, nuestro análisis de la primera escena de 'Perdición' demuestra hasta qué punto es una escena magistral.

Sinopsis: En la ciudad de Los Angeles un agente de una compañía de seguros (Fred MacMurray) y una cliente (Bárbara Stanwyck) traman asesinar al marido de esta última para así cobrar un cuantioso y falso seguro de accidentes. Todo se complica cuando entra en acción Barton Keyes (Edward G. Robinson), investigador de la empresa de seguros.


Ser o no ser (Ernst Lubitsch, 1942)

Ernst Lubitsch sí que sabía cómo engancharnos, y desde la comedia. En la primera escena de esta, una de las mejores películas del cine clásico 'hollywoodiense', vemos que todo el mundo que pasea por las calles de Varsovia queda petrificado ante la presencia de un extraño en la calle. ¡Un extraño que es Adolf Hitler! ¿Qué hace allí? Para saberlo, hay que seguir mirando.

Sinopsis: Transcurre el año 1939 en Varsovia. Los componentes de una compañía teatral que representa Hamlet, ensayan al mismo tiempo su próxima obra, un montaje sobre la Alemania nazi. El protagonista de la obra quiere comprobar su parecido con Hitler, al cual debe emular, y decide salir a la calle a pasear con su uniforme de escena.


Uno de los nuestros (Martin Scorsese, 1990)

Nueva York, 1970. Un coche, tres hombres sospechosos y un rehén en el maletero. Puñaladas, sangre y el rehén está muerto. "Hasta donde recuerdo, siempre he querido ser un gángster", narra el protagonista (interpretado por Ray Liotta). Si esa no es una manera magistral de empezar una película, pura marca de Martin Scorsese, que venga Spielberg y lo vea. Sin duda, una de las mejores películas de Martin Scorsese.

Sinopsis: Henry Hill (Ray Liotta) es un muchacho que ha nacido en el conflictivo barrio de Brooklyn. Sus orígenes son una extraña mezcla de irlandés y siciliano, lo que le hace soñar con ser un gángster. Logra abandonar sus deberes escolares e introducirse en la peculiar familia mafiosa que tiene el poder del barrio en el que vive.


Terciopelo azul (David Lynch, 1986)

Suena 'Blue velvet' (¡pues claro!) y vemos unas imágenes idílicas: una valla blanca con rosas rojas, un barrio residencial de postal, un hombre regando el jardín... Pero esto es David Lynch, así que no tarda la cosa en enrarecerse hasta el extremo que no podremos dejar de mirar. En este filme, no tarda nada en dejarnos enganchados.

Sinopsis: Mientras el señor Beaumont riega el césped, sufre un ataque al corazón. De camino hacia el hospital, su hijo Jeffrey (Kyle MacLachlan) descubre una oreja cortada. Estos dos incidentes perturban la pacífica existencia del joven. Jeffrey, intrigado por su descubrimiento, decide investigar por su cuenta, con la ayuda de su amiga Sandy (Laura Dern), hija de un policía. Sus pesquisas le conducen a un mundo nocturno e insospechado, donde reinan la perversión y el vicio. En este ambiente conoce a una cantante llamada Dorothy Vallene (Isabella Rossellini).
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