El Director General de una empresa, después de mucho meditar, llama al bdirector y le pregunta:
"Oye, ¿Tu crees que el hecho de que yo haga el amor con mi mujer es una cuestión de placer o de trabajo?

"¡No lo se, señor Director General, me pilla por sorpresa la verdad es que no sé que responder!"
"Bueno, pues tienes una hora para contestarme".
El Subdirector, todo preocupado, se dirige al Director de Sección y le pregunta:
"Oye, el hecho de que nuestro Director General haga el amor con su mujer, ¿Tu qué crees que es: una cuestión de placer o de trabajo?"
"Pues, no tengo ni idea."
"Bueno, pues tienes 50 minutos para contestarme".
El Director de Sección va donde el Subdirector de Sección y al plantearle la misma pregunta aquel no sabe que responderle; éste a su vez pregunta a su inferior y así sucesivamente hasta que llega al encargado que tampoco sabe qué responder, así que se dirige al becario, que está enfrascado en su trabajo en una pequeña mesa llena de papeles por todos lados, y le pregunta:

"¡Oye, becario, tienes 5 minutos para responderme! ¿Para ti, el hecho de que nuestro Director General haga el amor con su mujer es una cuestión de placer o de trabajo?"
"De placer, por supuesto".

El otro se queda atónito ante la rapidez de respuesta y le pregunta:
"¿Y cómo lo has sabido así, tan rápido y con tanta seguridad?"
"¡Toma ya, pues porque yo soy el becario, y si fuera cuestión de trabajo me estaría acostando yo con ella!"