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Cuatro historias inquietantes sobre los clásicos Disney
Cuatro historias inquietantes sobre los clásicos Disney¿Se puede contar algo de Disney sin caer en el abismo del tópico? 50 años tras la muerte del fundador Walt, la red se llenará una vez más de princesas con reinventadas apariencias, detalles macabros de los cuentos originales en los que se basan las películas de la factoría, pasajes oscuros de la personalidad del cineasta… Tan difícil como revelar un dato inédito sobre Marilyn o Audrey. Y, sin embargo, con la libertad que otorga la blogosfera -ha envejecido prematuramente la palabra-, me atrevo con estas lúgubres historias relacionadas con las películas de la factoría. Él no fue congelado pero estas curiosidades de las películas Disney son reales. Y es que pocas cosas acongojan tanto como tratar de resultar adorable.
‘Blancanieves y los siete enanitos’ (1937) Para algunos, lo más pavoroso del primer largometraje animado es la docilidad con la que una mujer sirve a siete varones sin protestar lo más mínimo. No obstante, en el momento de su estreno el principal damnificado fue el público infantil al que iba dirigido, y no por las brujas: tanto miedo pasaron los niños no con la escena de Blancanieves en el bosque que se orinaron encima el día del estreno. Todas las butacas del Radio City Music Hall tuvieron que ser repuestas. ‘Pinocho’ (1940) Christian Rub fue el actor bávaro que prestó su voz a Gepetto. Declarado simpatizante nazi -la película se estrenó en plena II Guerra Mundial-, hartaba a todos sus compañeros con sus arengas sobre Hitler. Estos tuvieron ocasión de vengarse en el doblaje de la escena en la que el juguetero intenta pescar dentro de la ballena. Rub, subido a una estructura que simulaba ser la balsa, tuvo que sufrir los brutales envites de aquellos que debían mover la plataforma para dar sensación de movimiento. ¡Heil, náuseas! ‘Canción del sur’ (1946) Seguramente la más amarga de las producciones que realizó Walt Disney: Canción del sur, una película destinada a ser un entrañable clásico y una de las primeras en mezclar animación e imagen real, fue calificada de racista por la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP): ofendidos por la visión que ofrecía de la esclavitud y la población afroamericana, boicotearon el estreno con pancartas que rezaban «¡Luchamos por el Tío Sam, no por el Tío Tom!». Lástima que no denunciaran otros aspectos, por ejemplo, que el protagonista James Baskett -primer afroamericano en conseguir el Oscar, por este papel- no puedo asistir al estreno en Atlanta porque ningún hotel quería a alojar a un negro. Walt Disney se solidarizó con él y tampoco se personó en la proyección. Canción del sur es un título prácticamente inencontrable, y estos tiempos de ultracorrección política no facilitan su edición en bluray que digamos. ‘Aladdin’ (1992) Lo de Aladdín pudo ser Canción del Sur II, pero Disney supo manejar la situación: la población árabe-americana se disgustó por la imagen bárbara que ofrecían los habitantes de la ciudad ficticia de Agrabah. En especial se escandalizaron por dos versos de la canción inicial, «Arabian nights» (en el doblaje castellano, «Si a Arabia tú vas»), de la banda sonora original: Where they cut off your ear if the don’t like your face (Donde te cortan una oreja si no les gusta tu cara) Las acusaciones de racismo obligaron a la factoría a cambiar la letra de la canción de Aladín cuando la película se estrenó en vídeo. Los nuevos versos –Where’s it’s flat and immense / and the heat is intense– se limitaron a describir el calor y las llanuras de aquella tierra.
Re: Cuatro historias inquietantes sobre los clásicos DisneyMuy interesante, gracias pp4.
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