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Películas con final sorpresa
![]() ![]() ![]() Películas con final sorpresaNada como un buen secreto oculto durante toda una película, las discusiones entre amigos sobre quién descubrió antes el misterio están aseguradas. Para los que quieran atajar el problema de un sólo vistazo, recordamos algunos de los títulos con truco más celebrados. Por supuesto, SPOILERS en todas partes.
El sexto sentido Este fue el primer contacto de muchos espectadores con el concepto de final sorpresa, así que poca broma. El Dr. Malcolm Crowe (Bruce Willis) se pasa toda la película hablando con Cole (Haley Joel Osment), un niño que ve a los muertos. Así que ese prólogo con un ataque en el domicilio familiar del psicólogo cobra más sentido cuando, al final, descubrimos que él mismo está en el otro barrio. Shyamalan volvió a bailar el twist narrativo en películas posteriores (quizá ‘El Bosque’ sea el ejemplo más puro), pero nunca con tanto impacto en la cultura pop: ‘Ocean’s Twelve’ tiene hasta un chiste recurrente inspirado en toda esa gente que afirmó haberse visto venir desde el primer momento que Crowe era un fantasma. El carnaval de las almas ¿Estamos muertos o qué? También es cierto que ‘El sexto sentido’ no fue la primera en usar ese truco. En 1962, una película de bajo presupuesto, pero altísimo voltaje, fue la primera en jugar la carta de protagonista que, en realidad, estaba muerta desde el principio. ¿Todos esos tipos espectrales a los que Candace Hilligoss no para de ver en los lugares más insospechados? Son sus compañeros en el Más Allá. Oh-oh: quizá no haya sobrevivido a ese accidente de coche del principio... Psicosis El típico niño de mamá. Hay que imaginarse el impacto que debió suponer ‘Psicosis’ en su momento, cuando unas plateas mucho más inocentes que las actuales aún estaban intentando digerir el hecho de que la protagonista (Janet Leigh) hubiera sido asesinada en la ducha a los veinte minutos. Hitchcock aún les tenía preparado el gran giro final (¡la madre de Norman es, en realidad, Norman!), algo tan avanzado a su tiempo que no tuvo más remedio que centrar toda la campaña promocional en dos advertencias: no llegue tarde a la sala y, por lo que más quiera, no destripe el final. Tantas décadas después, muy pocos espectadores se ponen el Blu-ray sin conocer estos dos secretos de antemano, pero la maestría de ‘Psicosis’ se conserva intacta aún así. El Imperio contraataca El típico niño de papá. La leyenda cuenta que sólo las personas implicadas directamente en esta escena sabían la verdad que Vader le suelta a Luke por las bravas: en el guión, y a todos los efectos, el sith del casco molón afirmaba que Obi-Wan era el padre del joven héroe rebelde. Pero no, la realidad fue muy distinta. “Yo soy tu padre” marcó a varias generaciones de espectadores y abrió la puerta de par en par a la idea de que una secuela debe ser: a) más oscura; y b) más compleja y exigente con su propia mitología. El golpe Dos hombres y un buen timo. Paul Newman y Robert Redford sólo trabajaron juntos en dos ocasiones, pero está muy claro que hicieron que cada una contase. Aquí los tenemos como dos timadores planeando vengarse del criminal que acabó con el compañero de uno de ellos, así que sabemos desde el principio que las cosas no son lo que parecen. La película nos informa en todo momento de que vamos a asistir a una “big con”, pero cuando llega está ejecutada con tanta gracia y elegancia (¡ese disparo por la espalda!) que no podemos más que sorprendernos. Después llegarán las risas, la camaradería y ESA banda sonora. Si siempre que alguien nos timase nos quedáramos con tan buen cuerpo... Los otros Otra vuelta de tuerca. ¿Pensabas que el asunto del narrador poco fiable que, en realidad, es un narrador fiambre estaba liquidado con ‘El carnaval de las almas’ y ‘El sexto sentido’? Pues no: Alejandro Amenábar también contribuyó al subgénero con esta historia de caserón encantado puesta del revés. Aquí, los pobres habitantes que ven cómo su placidez se acaba con la llegada de unas presencias extrañas son, en realidad, las presencias extrañas en la vida de los nuevos inquilinos. Todo es cuestión de punto de vista. ¿Momento en que los listos afirman haber descubierto el pastel? Suele estar situado, más o menos, en la visita del marido (Christopher Eccleston). El planeta de los simios “Yes, you’ve finally made a monkey out of me”. Otro título insoslayable en la gran historia de los finales sorpresa, tanto que el remake de Tim Burton tuvo que sudar tinta para encontrar una manera de homenajearlo que, por supuesto, no estuvo a la altura. Ni tuvo sentido, ya que estamos. El de la original sí lo tenía: Charlton Heston descubre que toda la farsa de mundo al revés que había estado protagonizando (¡la naturaleza domina al hombre!) tenía, en realidad, una raíz muy amarga. El hecho de que fuese la Tierra desde el principio es lo que convierte a ‘El planeta de los simios’ en testimonio de una época: prácticamente todas las cuestiones sociales que caracterizaron los Estados Unidos de los años sesenta, desde el pánico atómico hasta los derechos civiles, están contenidos en ese final. El Club de la Lucha Jekyll, Hyde y pastillas de jabón. Uno de los pósters de esta obra maestra de David Fincher ya daba una pista fundamental: los nombres de Brad Pitt y Edward Norton aparecían bien escritos en la parte superior, pero en la inferior podíamos leer “Brad Norton” y “Edward Pitt”. Todo tenía sentido después de descubrir que, en realidad, Tyler Durden es el doppelgänger de un narrador demasiado cobarde (y demasiado ensimismado) como para reconocerse a sí mismo en el papel de líder de una revolución generacional contra el consumismo y el ennui capitalista. Todo esto ocurría antes de la crisis, por supuesto. El plano final (las dos torres/símbolos del capitalismo viniéndose abajo) tuvo una extraña réplica en ‘La red social’, donde Fincher cambió los edificios por los gemelos Winklevoss. La ventana secreta Las dos caras de Depp. Un escritor que no pasa por su mejor momento, es acosado por un tipo que clama haber sido plagiado. Cuando su perro aparece muerto, la casa de su mujer se incendia y el acoso aumenta, nada hace sospechar al protagonista que no existe ese otro tipo, que es él mismo el que ha creado esa doble personalidad y que terminará matando a su mujer cuando esta aparezca junto a su nueva pareja con los papeles del divorcio. Seven La caja, ¡la caja! La curiosidad mató al gato y, cuando el detective Mills recibe un paquete en la alejada zona donde el asesino ha requerido su presencia, no puede evitar abrirla para descubrir la cabeza de su mujer. Esta última artimaña hace que la envidia sea castigada por la ira, que viaja en coche a prisión. Mulholland Drive Resines no fue el primero. Estamos hablando de una película de David Lynch, la mejor de su filmografía para gran parte de sus seguidores, por lo que comentar su argumento es harto complicado. Digamos que, según la versión más extendida, todo lo que vemos es el sueño del personaje de Naomi Watts que, tras sufrir todo tipo de desengaños, ha llegado al final de su camino contratando a un asesino para que termine con su amante, interpretada por Laura Elena Harring. Si se entiende así, el giro de guión es sorprendente pero, si nadie ayuda y no se ha viajado nunca a los mundos de Lynch, se puede terminar el visionado sin enterarse de nada de esto. Donnie Darko Agujeros de gusano con disfraces de conejos. La casualidad hace que cuando el motor de un avión cae en la cama de Donnie, este se encuentre fuera de casa, sonámbulo perdido. Al final descubre que, si quiere evitar el apocalipsis, debe viajar en el tiempo y ser espachurrado por el avión. Muchos no terminaron de entender eso, pero seguro que se acuerdan de por qué la vida de los pitufos es un sinsentido absoluto. The Game Cuando se te va la mano con la broma. Un hombre de negocios decide obsesionarse con el trabajo para intentar olvidar el suicidio de su padre. Su hermano, asustado con que este termine como su progenitor, le regala una experiencia vital que promete despejarle la mente. El protagonista va perdiendo poco a poco su fortuna y empieza a dudar sobre los tipos que llevan el juego, llegando al clímax final en una azotea donde, arrinconado, mata a su hermano y se lanza al vacío. Pero nada era real, todo estaba preparado y ahora, a ver con qué cara se levanta uno al día siguiente para ir a trabajar. Ciudadano Kane Esas pequeñas cosas. Justo antes de fallecer, el multimillonario Charles Foster Kane pronuncia una enigmática palabra: Rosebud. Qué simple parece todo cuando, tras repasar toda la vida de ese hombre que creó un imperio de la nada, lo que recuerda en el último momento no es si no el trineo con el que jugaba de pequeño. Si al menos fuese un peluche llamado Bobo… Cadena perpetua Lo que Raquel Welch esconde. Estaba claro que el bueno de Andy iba a escapar, ni el cartel de la película intentaba ocultarlo. El caso era que resultaba complicado entender de dónde salía la arenilla de la que se desprendía en el patio y cómo no encontraban nada en los registros de la celda. Que el túnel se escondiese tras el póster de la mujer del momento, de Rita Hayworth a Raquel Welch, deja al espectador tan estupefacto como a los guardas presentes. El truco final Los gemelos y las fotocopias. La rivalidad de dos magos que se odian y envidian termina con la resolución de sus dos mejores trucos. Uno vivía oculto la mitad del tiempo, compartiendo una sola identidad con su hermano gemelo. El otro había conocido a David Bowie y tenía una máquina de replicar sombreros y humanos. ¡Tachán! Fallen Gatos, los carga el diablo. Estamos ante un thriller policiaco que, conforme avanza, se convierte en una paranormal historia de posesiones demoníacas. Tras mucho meditar, Denzel Washington decide dejarse llevar y se mete de lleno en el asunto, logrando que el espíritu maligno ocupe su cuerpo y sacrificándose por la causa. La mala suerte quiso que un gatete pasase por ahí y, como el demonio no es tonto, emigró al felino. Tanto trabajo para nada. Las dos caras de la verdad Abogado, te la han colado. El pobre Edward Norton es condenado por matar a un cura, nadie termina de creer en su inocencia pero, cuando Richard Gere descubre que tiene un trastorno de personalidad real, hace lo imposible por demostrar su inocencia. Qué pena que todo sea una treta y al final quede RETRATADO. Saw Siesta larga. Vale que la saga se fue desvirtuando en cada capítulo, pero a James Wan hay que reconocerle que este primero fue un bombazo. Especialmente cuando al final, el cadáver que adorna el centro de la habitación donde ha despertado el aturdido protagonista, se levanta desvelando ser él el cerebro del macabro juego. Rebeca Los que se pelean, no se desean. Lo que empieza siendo la historia de una segunda mujer que sufre por el recuerdo de la primera, termina convirtiéndose en la confesión de una relación no tan idílica. Primero porque Maxim y Rebeca se odiaban, hasta el punto de tener una discusión que terminó con la muerte de esta. Un segundo giro nos descubrirá que tampoco estaba embarazada, si no esperando la muerte a causa de un cáncer incurable. Y de todo esto nosotros sacamos el nombre para la chaquetilla que llevaba la pobre Joan Fontaine, ¡somos de traca! Información sacada de Fotogramas Estas, a modo de ejemplo. Hay muchas más...
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