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Los mejores montajes de la historia del cine
![]() ![]() ![]() Los mejores montajes de la historia del cineDicen que el plano es la unidad mínima del lenguaje cinematográfico y, pese a esta condición , el paso de uno a otro puede tener tanto significado como una secuencia completa. El paso del tiempo, metáforas visuales, montajes paralelos y vertiginosos, mundos oníricos... Estas son algunas de las transiciones que justifican su inclusión dentro del séptimo arte. Pura magia...
1. ÉRASE UNA VEZ EN AMÉRICA: Nunca unos ojos proyectaron tanta nostalgia como los de Robert de Niro. Y nunca un flashback se había realizado de forma tan simple y poética como lo hace Sergio Leone. Los ojos que miran al amor de su vida a través de ese hueco, de esa ventana al pasado, son los mismos pero en distintas épocas: los de un niño inmerso en la inocencia de su niñez, y los de un adulto que echa la vista atrás con añoranza. 2. UN PERRO ANDALUZ: No, no es que Buñuel quisiera censurar el corte de un ojo humano a través de una nube que se superpone sobre la figura de la luna. Al revés. El plano que divide el corte del ojo sirve para acentuar el fondo surrealista que envolvía el cortometraje que Buñuel dirigió en 1929. Un símil, una comparación, una metáfora... La nube corta la luna del mismo modo que el propio Buñuel seccionaba con una cuchilla de barbero el ojo de aquella mujer. Y una curiosidad: el director español utilizó un ojo de vaca para rodar el famoso plano en el que realiza el corte. 3. LAWRENCE DE ARABIA: La cerilla que apaga Peter O'Toole nos lleva inmediatamente después a un plano en el que amanece. La idea, un tanto poética, era unir la llama que se apaga con los tonos cálidos de un sol que empieza a salir por el horizonte. El juego de ON-OFF. Extraordinario. 4. 2001 UNA ODISEA DEL ESPACIO: Aquí, el salto es de miles, de millones de años. Kubrick representó la evolución de la humanidad en un solo corte entre planos e hizo que la comparación entre la forma de un hueso y de una nave espacial se convirtiera en uno de los mayores lapsos de tiempo de la historia del cine. Es destacable como, a lo largo de la primera parte de la película, Kubrick consideraba que un hueso y una nave espacial eran herramientas que, en su propio contexto histórico, habían permitido el progreso del ser humano. De ahí la importancia de esta comparación tan inolvidable. 5. EL PADRINO: Coppola se atrevió con un montaje paralelo (aquel que nos muestra la evolución de varios acontecimientos en la misma escena) en medio del bautizo del hijo de Michael Corleone. Con ello, el director de 'El padrino' quiso contraponer (con intención explícita) el espíritu sagrado del catolicismo con la violencia de la mafia italoamericana. Una incoherencia y una realidad al mismo tiempo. La Iglesia manchada por la sangre de aquellos capos que Al Pacino decidía eliminar y de los que parece acordarse en la mismísima casa de Dios. 6. AMERICAN BEAUTY: Las fantasías de Lester Burnham simplificadas en un plano-contraplano inolvidable. Sam Mendes decidió que el sueño sexual de Kevin Spacey cruzara la propia realidad y que aquellos pétalos oníricos cayeran sobre su rostro, sobre su cama. Este montaje tan sencillo (un corte entre un plano y otro) encierra buena parte del significado del film: el color vivo y erótico de las fantasía de Lester Burnham frente aquella triste y gris realidad. Con el tiempo, todo cambiaría... 7. EL SUR: Es, sin duda, una de las transiciones más hermosas de la historia del cine español. Víctor Erice consiguió dar un salto de varios años en la infancia de Estrella a través de un simple fundido que nos mostraba el antes y el después de 'La frontera', aquel camino que llevaba hasta la casa de 'La gaviota'. La futilidad del tiempo reducida en unos pocos segundos en los que vemos crecer el entorno, los árboles, la niña montada en bicicleta, el perro... Sutil y sencillo, pero no por menos conmovedor. 8. EL GRAN LEBOWSKI: ¿Os acordáis de esos dibujos animados en los que varias estrellas comenzaban a rondar la cabeza del personaje que había recibido un golpe? Los hermanos Coen fueron más allá, y después de convertir un puñetazo directo a la cara de Jeff Bridges en un conjunto de fuegos artificiales que parecen adoptar la forma de un cielo estrellado, se las arreglaron para introducirnos en el mundo de las fantasías de 'El Nota' por medio de un simple corte entre planos. 9. RÉQUIEM POR UN SUEÑO: Aronofsky creó en su segundo largometraje una fantástica relación entre la forma y el fondo de la imagen visual. El montaje tan rápido y vertiginoso que protagoniza algunos de los pasajes de 'Réquiem por un sueño' no son sino una estrategia que buscaba crear en el espectador la misma sensación de incertidumbre y éxtasis que la que provocan las drogas que consumen sus protagonistas. 10. EL ACORAZADO POTEMKIN: Y hablando de montajes vertiginosos. Si alguien sorprendió al mundo del cine con su maestría a la hora de empalmar planos (y decimos empalmar porque en esa época el montaje se realizaba en laboratorios) ese fue Eisenstein, el genio del cine soviético que convirtió un carrito de bebé en un elemento con significado propio en medio de aquella represión contra los civiles de Odessa. Una secuencia que marco un antes y después en la concepción del lenguaje cinematográfico y que ha sido homenajeada en otros films como 'Los intocables de Eliot Ness' (Brian de Palma, 1987). 11. PSICOSIS: Además de los más de 70 ángulos de cámara y de los 50 planos con los que el maestro del suspense creó la famosa escena de la ducha de 'Psicosis' (de nuevo aparece esa intención de dotar a la escena de un ritmo vertiginoso para incrementar la emoción del espectador), Hitchcock nos deleitó con una maravillosa relación visual entre el desagüe de la bañera y el ojo de Janet Leigh. Mítico.
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