Sin duda alguna, si hablamos de motos, la película número 1 en la que recordemos más claramente esos aparatos «comecarreteras» es Easy Rider, un road movie que se estrenó en el año 1969, en plena época del movimiento hippie, y que supuso un auténtico e inesperado boom, y que sirvió para inmortalizar a sus dos protagonistas, Peter Fonda y Dennis Hopper, quienes cruzaban los Estados Unidos en sus chopper dispuestos a luchar por su libertad y sus sueños.

Famosa también, y estoy seguro que todos la recordaremos, es la moto con la que Steve McQueen intentó huir de la prisión alemana durante la Segunda Guerra Mundial en La Gran Evasión. ¡ Qué recuerdos aquéllos de cuando el bueno de Steve intentaba huir campo a través perseguido por los nazis, hasta que finalmente quedó atrapado en una valla !

En tercer lugar, qué tal si os hablo de una Vespa… así, a bote pronto, no recordáis ninguna Vespa famosa. Sí, sí… una en la que iban un periodista y una princesa que había escapado de palacio… ¿más pistas? recorrían Roma en ella… ¿ya sí? efectivamente, se trata de Vacaciones en Roma, con Gregory Peck y la inigualable Audrey Hepburn. Aquella pareja tuvo una química especial, aunque quizás lo entrañable que nos resultó se lo debamos a la propia Audrey, dueña y señora de las cámaras y los escenarios donde se subía.

Ahora vamos con una Harley Davidson famosa… más concretamente una Harley Fat Boy con la que un cyborg venido del futuro perseguía a un niño y su madre. Sí, claro, hablamos de Terminator, y cómo no, de la moto que montaba Arnold Schwarzenegger.

Pero vayamos a muchos años más atrás, en aquellas épocas en que Marlon Brando maravillaba a todos con su rostro duro y sus marcados silencios, capaces de hacer temblar al más pintado. En Salvaje, un joven Marlon Brando era el cabecilla de un grupo de jóvenes que asaltan con sus motos una ciudad de California. Brando en aquella película montaba su propia Triumph.

Sin duda, hay más películas y más motos que se han hecho famosas. Como las Kawasakis de Mad Max, o la BMW con la que James Bond saltó en el mañana nunca muere por encima de un helicóptero. O la Triumph Speed, con la que Tom Cruise mantiene esa lucha final con el malo malísimo de Misión Imposible 2. O escenas de aventuras que aunque no fueran las principales de sus respectivas películas seguro que muchos de nosotros recordamos, como la Kawasaki ZZR 600 que cabalgaba Uma Thurman en Kill Bill, o la que montaba Angelina Jolie en Tomb Raider.