Pinnacle Studio es un programa ideado para hacer películas con imágenes, capturas de vídeo y archivos de sonido (el típico vídeo con las fotos de las vacaciones o de la comunión del niño, por ejemplo). Tiene muchos complementos para añadir efectos, transiciones, menús etc. y por eso pesa bastante, pero puesto que está preparado para capturar cualquier tipo o formato de archivo tanto de imagen como de sonido desde casi cualquier dispositivo externo, un día descubrí que capturaba a la perfección los VHS, por más protecciones o anti-copys que llevaran. En serio, se salta las protecciones como si no estuvieran, y eso funciona siempre.

Un par de apuntes: Ya os digo que el programa pesa mucho, y más moderna sea la versión, más pesa. Os paso la que yo tengo (versión 12) porque, aunque es bastante antigua, para capturar VHS funciona igual de bien que las otras.

Pinnacle Studio 12 [1.87 Gb]

Otra particularidad es que le gusta trabajar “casi” solo, o sea, no hagáis como yo a veces que estoy subiendo no-sé-qué, bajando qué-se-yo, con el Torrent y la Mula a toda castaña, y mientras imprimo un documento de 1,500 páginas y me pongo a escuchar un concierto de Yanni por Youtube, se me ocurre copiar un VHS. “Casi” no quiere decir “solo”, que se pueden hacer otras cosas mientras, pero si se aturulla y se cuelga hay que empezar otra vez.

En “2” seleccionamos la “carpeta de destino” (para los archivos temporales y el resultado final). En “3” vamos a ajustar la configuración.

En “4” seleccionamos la fuente de captura. Yo conecto directamente el reproductor VHS al ordenador con unos cables y un puerto USB pero se puede conectar como se guste (o como se pueda). Sólo hay que buscar la opción por la que entran en contacto la fuente de salida y la de entrada.
En “5” seleccionamos el formato de entrada del vídeo a copiar. En general sería el PAL pero muchas películas vienen con formato (y anti-copy) sistema NTSC y entonces hay que elegir éste. Cómo se sabe si elegir uno u otro... Un poco más adelante lo explico.
En “6” podemos elegir la proporción aproximada. 4:3 o 16:9. La diferencia en peso al final no es muy grande, pero con el 16:9 hasta podemos ahorrarnos (a veces) un cropeo posterior. Marcad la opción “No hay detección automática de escenas” porque eso al final es una pérdida de tiempo (al cerrar el proyecto). Y seguimos...


En la pestaña “Formato de captura” es mejor elegir el MPEG 1-2. El AVI nos daría, tal vez, una resolución algo mejor (no mucho mejor, ya lo comprobé) pero a cambio el peso del ripeo es absolutamente disparatado.

En la “calidad” vienen por defecto unas opciones estandarizadas, pero es mejor marcar la “personalizada” para elegir nosotros mismos la resolución que tendrá nuestro vídeo. Por supuesto, a mayor resolución mayor peso, aunque eso es algo que luego se arregla muy fácil.

En la pestaña “Preferencias del proyecto” tened cuidado que esté marcada la opción “no crear capítulos” y, muy importante, que el formato que marquemos en “Usar éste formato” sea el mismo que pusimos antes. Si era PAL, pues el estándar de PAL y si elegimos el NTSC, su correspondiente.

Le damos a “Aceptar” y volvemos a la pantalla principal. Aquí sólo hay que darle a “Empezar captura” y es cuando vemos si hemos acertado al elegir PAL o NTSC.

Si todo está correcto veremos el vídeo reproducido en la pantalla (arriba a la derecha). Si no lo vemos o no lo oímos sólo hay que cambiar esa opción de “Formato de captura” por la otra, tanto en la pestaña “Capturar” como en la de “Preferencias”. Volvemos a aceptar y listo.

Nos pedirá un nombre para el proyecto y si deseamos “guardar los datos del proyecto”. Eso ya va a gusto de cada cual. Personalmente nunca guardo los datos porque luego ese vídeo lo manipulo (lo cambio de formato, de carpeta, de nombre...) así que, aunque quisiera, el programa ya no lo encontraría.
Una última cuestión: El resultado del ripeo tiene un peso más que considerable. Con estos parámetros que os he dicho, una peli de hora y media puede pesar como 4 Gb (si la hubiéramos hecho en AVI directamente, sería como el triple de eso o más) pero pasar nuestro vídeo a AVI y “adelgazarlo” hasta un peso asumible es muy fácil, así que os ahorro la explicación. Y tranquilos, que aunque pasemos esos 4 Gb a 900 Mb la peli no pierde ni resolución ni calidad.