El lado más porno del oscar
Publicado: Lun, 08 May 2017, 13:02
Es bien sabido que la industria del cine X tiene un filón en hacer las versiones lúbricas y explícitas de los éxitos de taquilla de Hollywood, y en el caso de las figuritas doradas no han tenido el menor reparo en ponerles un par de tetas y un gran pene.
Riding Miss Daisy (1990)
Si Morgan Freeman se pasaba la vida ‘Paseando a Miss Daisy’ en el oscarizado film dirigido por Bruce Beresford, en su respuesta guarrindonga el chófer de color (obviamente más bien dotado que el arsenal de Iron Man) le daba algo más que un paseo a la viejecita (una actriz maquillada) a su cargo… A la viejecita, a su nuera, a su nieta, a las vecinas del bingo parroquial e incluso a su hijo. Ojo, que por debajo de todo este mete-saca hay un discurso antirracial y combativo mucho más efectivo que el de la peliculita con Jessica Tandy.
The Cockfather (2006)
Ya habían existido cintas X que caracterizaron a algún verraco como el Marlon Brando de ‘El padrino’ de Francis Ford Coppola, pero la parodia (tampoco tanto: su ¿trama? se toma en serio los clichés de la saga ideada por Mario Puzo) tardaría en llegar para cabreo de un Coppola que quiso que le paga… que quiso que no circulara por las estanterías de sex shops e internet. La mafia tiene grandes razones (entre 20 y 25 centímetros) para sus guerras de pode (gay)r, todas en camas o encima de mesas de restaurantes italianos de pega. Supongo que no hará falta que les traduzca lo de Cokfather…
Breast Side Story (1990)
A la espera del exploit porno de ‘La La Land’ (¿’Fuck Fuck Land’?) el que se marcaron en plena década de los 90 ya a punto de hacerse videoclubera, fue antológico. La rivalidad entre bandas callejeras de yanquis WASP, rubias y con pechos siliconados, y latinas con pechugas de impresión absolutamente naturales, se salda (además de con canciones que son de mucha risa) con un desfile de cubanas, de la práctica sexual llamada así, claro, y roces lésbicos. Tiene su historia de amor a lo Romeo y Julieta también, pero algo más explícita… Bueno, algo no: explícita de narices.
The Best Rears of Our Lives (1992)
Si no dominan la lengua de Shakespeare igual no pillan lo que han hecho con ‘The Best Years of Our Lives’, la oscarizada ‘Los mejores años de nuestra vida’ de William Wyler. Digamos que rear es “lo de atrás”, lo “trasero”, y de eso, de puertas traseras va esta historia de inserción (nunca mejor dicho) de ex soldados que buscan en sus hogares el disfrute de los placeres anales. O sea, que el título en castellano debería haber sido ‘Los mejores anos de nuestra vida’. Así que prepárense a más de una hora de penetraciones backstage de todo tipo y pelaje (y nunca mejor dicho en algún que otro caso).
Casa Bianca (1999)
Sam la vuelve a tocar… Las vuelve a tocar a todas y todos. También toca el piano, pero al más puro estilo Errol Flynn. Pues sí, ‘Casablanca’, la oscarizada y mítica ‘Casablanca’ de Michael Curtiz con Humphrey Bogart e Ingrid Bergman en formato decorado barato que imita al del café de Rick y que parece más un puticlub que otra cosa. Resistencia (la que le planta cara a los nazis, no la de los personajes ante las insinuaciones de un buen polvo, que de esa no hay ni pizca), espías y un final en el que el principio de una gran amistad va un poquito más allá.
Foreskin Gump (1994)
Les ahorro el echar mano (expresión que va de perlas con la película) del diccionario de inglés o del traductor de Google: foreskin es prepucio. De nada. Efectivamente, si tonto es el que dice tonterías, el que tiene problemillas con su prepucio, con la fimosis y ya luego con quitarse de encima a groupies, hippies, vecinas, malas imitaciones de personajes populares etc. es el Forrest Gump X que el mismo 1994 en que el film de Robert Zemeckis se llevaba cinco oscars se choteaba de él (y de Tom Hanks) en los videoclubs marranetes. La vida es como una caja de condones… Programa doble con ‘Forrest Hump’.
French eréction (1976)
Un auténtico clásico de cuando el cine (porque era cine: se rodaba en formato celuloide) pornográfico era un cine saleroso y con argumento. Si ‘Contra el imperio de la droga’ de William Friedkin era un crudo relato (abstracto a veces, caso del final) policial lumpen en el que el villano refinado era un francés con el aspecto de Fernando Rey, su prima X era una divertida historia de una droga estimulantemente sexual (años antes de la viagra). Y como venía de Francia, recuerden la coplilla aquella de la minga, Dominga y la sustancia… Besos franceses… y más.
The Whore of the Rings (2001)
Menos mal que a las primeras de cambio las actrices y actores se libran de ese vestuario tan de bazar de los chinos y en cuanto se despelotan y se ponen en faena ya no te fijas en esos maquillajes de carnaval en una función de fin de curso, el punto más débil (pero con el cual te echas unas risas) de esta parodia pornográfica a costa de la trilogía tolkeniana de Peter Jackson, cuyo ‘El retorno del rey’ se llevaría once estatuillas. Impagable y muy excitante toda ella.
One flew over the cuckoos’ s breast (1989)
Ahí andamos, que la sutileza nunca fue el fuerte del cine porno, pero sí el de los que ponían los títulos (en España pues más, como nuestro cine S, nacional y de importación, demuestran): ‘Alguien voló sobre el pecho del cuco’. Y es que en el hospital para desequilibrados y rebeldes varios al que llega el dotadísimo protagonista evitando la cárcel por estupro los uniformes de enfermeras psicópatas le ven muy estrechos y toda la voluminosa naturaleza queda al descubierto. Mucha terapia horizontal y mucha juerga con la eyaculación como la mejor medicina psiquiátrica.

Riding Miss Daisy (1990)
Si Morgan Freeman se pasaba la vida ‘Paseando a Miss Daisy’ en el oscarizado film dirigido por Bruce Beresford, en su respuesta guarrindonga el chófer de color (obviamente más bien dotado que el arsenal de Iron Man) le daba algo más que un paseo a la viejecita (una actriz maquillada) a su cargo… A la viejecita, a su nuera, a su nieta, a las vecinas del bingo parroquial e incluso a su hijo. Ojo, que por debajo de todo este mete-saca hay un discurso antirracial y combativo mucho más efectivo que el de la peliculita con Jessica Tandy.
The Cockfather (2006)
Ya habían existido cintas X que caracterizaron a algún verraco como el Marlon Brando de ‘El padrino’ de Francis Ford Coppola, pero la parodia (tampoco tanto: su ¿trama? se toma en serio los clichés de la saga ideada por Mario Puzo) tardaría en llegar para cabreo de un Coppola que quiso que le paga… que quiso que no circulara por las estanterías de sex shops e internet. La mafia tiene grandes razones (entre 20 y 25 centímetros) para sus guerras de pode (gay)r, todas en camas o encima de mesas de restaurantes italianos de pega. Supongo que no hará falta que les traduzca lo de Cokfather…
Breast Side Story (1990)
A la espera del exploit porno de ‘La La Land’ (¿’Fuck Fuck Land’?) el que se marcaron en plena década de los 90 ya a punto de hacerse videoclubera, fue antológico. La rivalidad entre bandas callejeras de yanquis WASP, rubias y con pechos siliconados, y latinas con pechugas de impresión absolutamente naturales, se salda (además de con canciones que son de mucha risa) con un desfile de cubanas, de la práctica sexual llamada así, claro, y roces lésbicos. Tiene su historia de amor a lo Romeo y Julieta también, pero algo más explícita… Bueno, algo no: explícita de narices.
The Best Rears of Our Lives (1992)
Si no dominan la lengua de Shakespeare igual no pillan lo que han hecho con ‘The Best Years of Our Lives’, la oscarizada ‘Los mejores años de nuestra vida’ de William Wyler. Digamos que rear es “lo de atrás”, lo “trasero”, y de eso, de puertas traseras va esta historia de inserción (nunca mejor dicho) de ex soldados que buscan en sus hogares el disfrute de los placeres anales. O sea, que el título en castellano debería haber sido ‘Los mejores anos de nuestra vida’. Así que prepárense a más de una hora de penetraciones backstage de todo tipo y pelaje (y nunca mejor dicho en algún que otro caso).
Casa Bianca (1999)
Sam la vuelve a tocar… Las vuelve a tocar a todas y todos. También toca el piano, pero al más puro estilo Errol Flynn. Pues sí, ‘Casablanca’, la oscarizada y mítica ‘Casablanca’ de Michael Curtiz con Humphrey Bogart e Ingrid Bergman en formato decorado barato que imita al del café de Rick y que parece más un puticlub que otra cosa. Resistencia (la que le planta cara a los nazis, no la de los personajes ante las insinuaciones de un buen polvo, que de esa no hay ni pizca), espías y un final en el que el principio de una gran amistad va un poquito más allá.
Foreskin Gump (1994)
Les ahorro el echar mano (expresión que va de perlas con la película) del diccionario de inglés o del traductor de Google: foreskin es prepucio. De nada. Efectivamente, si tonto es el que dice tonterías, el que tiene problemillas con su prepucio, con la fimosis y ya luego con quitarse de encima a groupies, hippies, vecinas, malas imitaciones de personajes populares etc. es el Forrest Gump X que el mismo 1994 en que el film de Robert Zemeckis se llevaba cinco oscars se choteaba de él (y de Tom Hanks) en los videoclubs marranetes. La vida es como una caja de condones… Programa doble con ‘Forrest Hump’.
French eréction (1976)
Un auténtico clásico de cuando el cine (porque era cine: se rodaba en formato celuloide) pornográfico era un cine saleroso y con argumento. Si ‘Contra el imperio de la droga’ de William Friedkin era un crudo relato (abstracto a veces, caso del final) policial lumpen en el que el villano refinado era un francés con el aspecto de Fernando Rey, su prima X era una divertida historia de una droga estimulantemente sexual (años antes de la viagra). Y como venía de Francia, recuerden la coplilla aquella de la minga, Dominga y la sustancia… Besos franceses… y más.
The Whore of the Rings (2001)
Menos mal que a las primeras de cambio las actrices y actores se libran de ese vestuario tan de bazar de los chinos y en cuanto se despelotan y se ponen en faena ya no te fijas en esos maquillajes de carnaval en una función de fin de curso, el punto más débil (pero con el cual te echas unas risas) de esta parodia pornográfica a costa de la trilogía tolkeniana de Peter Jackson, cuyo ‘El retorno del rey’ se llevaría once estatuillas. Impagable y muy excitante toda ella.
One flew over the cuckoos’ s breast (1989)
Ahí andamos, que la sutileza nunca fue el fuerte del cine porno, pero sí el de los que ponían los títulos (en España pues más, como nuestro cine S, nacional y de importación, demuestran): ‘Alguien voló sobre el pecho del cuco’. Y es que en el hospital para desequilibrados y rebeldes varios al que llega el dotadísimo protagonista evitando la cárcel por estupro los uniformes de enfermeras psicópatas le ven muy estrechos y toda la voluminosa naturaleza queda al descubierto. Mucha terapia horizontal y mucha juerga con la eyaculación como la mejor medicina psiquiátrica.

