Bridget Fonda es nieta de Henry Fonda y sobrina de Jane Fonda, por lo que la actuación está en su sangre. Sin embargo, después de una gran carrera cinematográfica, desapareció de la pantalla en el 2002, hace ya casi 21 años.
Tras ir desapareciendo poco a poco, limitando sus apariciones a algunas colaboraciones especiales en series de televisión, y rechazar el rol principal de 'Ally McBeal' que podría haber relanzado su carrera, Fonda tuvo en 2003 un grave accidente de coche en Los Ángeles en el que sufrió una fractura de vértebras. Un mes después se casó con el compositor Danny Elfman (habitual colaborador de Tim Burton), y decidió no volver a pisar los escenarios.
Emilio Estevez su carrera quedó ofuscada por la de su hermano Charlie Sheen. Sus últimas apariciones fueron haciendo voces en películas animadas y una aparición en Two and a Half Men, serie de su hermano.
Con el tiempo Emilio fue dejando de lado la actuación para centrarse en escribir guiones, así mismo es escritor y director de cortos y largometrajes. Su gran trabajo fue Bobby, donde relató con gran maestría lo sucedido en el Hotel Ambassador de Los Ángeles el mismo día en que asesinaron a Robert F. Kennedy. Le costó siete años escribir ese guion. Bobby recibió una ovación de 7 minutos en el Festival de Cine de Venecia, aunque en Estados Unidos tuvo críticas encontradas, a favor y en contra. Fue un fracaso comercial, no consiguió recuperar lo invertido. Emilio se retiró del mundo del cine para dedicarse a otra de sus grandes pasiones: el vino. Curiosamente, fue entre sus viñedos californianos de Casa Dumetz donde encontró la inspiración para la que, hasta ahora, es su última película, El camino (2019).
Meg Ryan, Durante dos décadas, Hollywood asistió al imparable ascenso de una actriz de rostro angelical que se hizo dueña de las taquillas a ritmo de comedia romántica. Hasta el 2008 podemos seguir su carrera cinematográfica claramente, sin embargo, no ha tenido grandes apariciones desde ese año. En los últimos años, ha trabajado en televisión, pero no en cine.
Ryan corría el riesgo del encasillamiento y decidió arriesgarse. Para ello, se alió con Jane Campion para protagonizar un thriller psicológico y erótico para el que la sociedad estadounidense, la de la doble moral, la que la había encumbrado, no estaba preparada. Sus escenas de sexo y sus desnudos, (nada del otro mundo, por cierto), no gustaron. “En carne viva", así se llama la película por la que cayó en desgracia. "Fue un antes y un después en mi carrera. La reacción fue cruel", confesó la actriz en una entrevista con The New York Times en 2019.