Otro diccionario del diablo

Alcohólico: dícese del individuo que bebe más que su médico.

Amor (1): Palabra de cuatro letras, dos vocales, dos consonantes y dos idiotas.

Amor (2): Enfermedad temporal que se cura con el matrimonio.

Bailar: Es la frustración vertical de un deseo horizontal.

Barbarie: época en que los hombres solo se mataban de uno en uno.

Belleza interior: lo que tienen los feos.

Boy Scout: Un niño vestido de estúpido comandado por un estúpido vestido de niño.

Candidato: Persona que obtiene dinero de los ricos y votos de los pobres para protegerlos a unos de los otros.

Cómplice: persona que ayuda a un criminal antes de que este cometa un delito. Después de cometer el delito, la persona que lo ayuda se llama "abogado".

Conciencia: Voz interior que nos advierte que alguien nos está mirando.

Confesión: método por el cual uno limpia su alma, para comenzar a pecar de nuevo.

Egoísta: una persona con mal gusto, que está más interesada en él mismo que en mi.

Eternidad: tiempo que pasa, desde que acabaste hasta que la dejaste en su casa.

Fácil: Dícese de la mujer que tiene la moral sexual de un hombre.

Filosofía: camino de muchos ramales que conduce a ninguna parte de la nada.

Héroe: individuo que, a diferencia del resto, no pudo salir corriendo.

Idiotas: tribu grande y poderosa que ha influenciado la mayoría de los grandes acontecimientos de la humanidad.

Ignorante: persona que no sabe algo y alguien se dio cuenta que no lo sabe.

Impaciencia: esperar con prisa.

Inflación: Es tener que vivir pagando los precios del año próximo con el sueldo del año pasado.

Inteligencia: cualidad intelectual que atribuimos a quienes están de acuerdo con nosotros.

Lengua: órgano sexual que algunos degenerados usan para hablar.

Llavero: instrumento que permite perder varias llaves a la vez.

Papa: tubérculo de alta jerarquía religiosa.

Pullover: prenda que usan los chicos cuando la madre tiene frío.

Supermodelos: Evidencia de que todos los demás estamos mal hechos.

Tarde: parte del día que pasamos preocupándonos de la manera en que desperdiciamos la mañana.