La hora de descanso después de la comida y la hora mas calurosa del día era precisamente la denominada en latín
sexta hora, que para los romanos equivalía a las doce del mediodía, hora solar. Por extensión designó "el sueño que se toma después de comer". Claro que esta nuestra costumbre para muchos otros países se tomo como un signo de haraganería, ociosidad, indolencia, en definitiva, unos vagos sin ganas de trabajar. Hoy día se ve como lo que realmente es, una sana costumbre que agiliza el cerebro y permite descansar y acumular energía al cuerpo para continuar por la tarde con los quehaceres de cada uno. Los americanos, por nombrar uno cualquiera, ejem, siempre vieron la siesta española como los signos arriba mencionados, a día de hoy ya usan la siesta muchos norteamericanos.
