Para que veáis que a veces ser pesado tiene su recompensa, los fans que se acercaban a ver el rodaje fueron llamados por Jackson para que se disfrazaran de orcos y así salieron en la película, y otro de los fans que solía aparecer por ahí fue contratado para servir café a los actores.
Peter Jackson se tuvo que comprometerse a retocar las montañas digitalmente para que no se viesen las cumbres para que los Neozelandeses accedieran a dejarle grabar ya que para ellos las montañas son sagradas.

Para que nos hagamos una idea de lo trabajoso que tiene que ser trabajar de maquillador sólo nos hace falta pensar que cada par de extensiones de las orejas de los elfos sólo podía ser usado una vez, ya que eran de gelatina.

Durante el rodaje de la película la compañía Weta se convirtió en la mayor importadora de látex del mundo ya que ellos lo utilizaban para máscaras, prótesis, trajes…

Al finalizar el rodaje de las tres películas Jackson le regalo a Elijah Wood el anillo que había llevado durante todo el rodaje.

Los actores se vieron obligados a firmar un contrato en el que afirmaban que no cambiarían su cara durante el rodaje, ya que eso supondría muchos problemas para la producción, y si lo hacían tendrían que pagar muchísimo dinero al seguro.

Los versos del comienzo de la película hablan de 3,7,9 y 1 anillos que dan como numero resultante 3791, que al revés es 1973, fecha de la muerte de Tolkien.

Para que nos hagamos una idea de la expectación que levantó esta película sólo tenemos que ver cuantas veces se bajó de Internet el trailer en las primeras 24 horas:1.600.000 veces!!!!!!!

Los actores que hacían de hobbits tenían que pasar cada mañana 2 horas de maquillaje para estar perfectos durante el rodaje.

Tolkien tardó 10 años en terminar de escribir la trilogía del Señor de los Anillos.

El coste final de los tres episodios del Señor de los Anillos fue de 300 millones de dólares, casi 60.000 millones de nuestras antiguas pesetas.