Un actor puede arrepentirse de haber elegido un mal papel y haber participado en una mala película pero, sin duda, el arrepentimiento puede ser aún mayor cuando de lo que se trata es de haber rechazado un papel que luego resulta ser un éxito en la historia del cine. Muchos actores y actrices han pasado un amargo trance como éste (ya hemos hablado de unos cuantos) y unos los llevan mejor y otros peor, pero son curiosos los casos que ocurren a veces.
De curiosa podría hablarse la coincidencia entre dos grandes actrices del cine de Hollywood, Gwyneth Paltrow y Kate Winslet. Ambas han tenido que pasar por un caso similar al descrito al haber rechazado papeles que luego han sido emblemas del cine. Pero lo curioso es que ambas han rechazado un papel importante que luego interpretó la otra.
Kate Winslet rechazó el papel de Viola de Lesseps en «Shakespeare Enamorado» (1998). Ese papel acabaría por interpretarlo la actriz de ascendencia española Gwyneth Paltrow. Pero Kate Winslet no solo rechazó este papel sino que también se negó a interpretar otros de gran éxito como el de Anna Leonowens en «Ana y el Rey» (que interpretó Jodie Foster) o el de Nola Rice en «Match Point» (que prácticamente lanzó a Scarlett Johansson).
Por su parte, en correspondencia, Gwyneth Paltrow rechazó un papel que luego acabó cayendo en manos de Kate Winslet: el de Rose, en «Titanic« (1997). También Paltrow rechazó algún que otro papel conocido además de éste, como el de Emma Peel, del clásico de «Los Vengadores» (no confundir con «Los Vengadores» de Marvel donde sí intervino) y que luego interpretaría Uma Thurman.
Sin duda, comparando ambos casos, la que más perdió fue Paltrow, y es que el papel de Rose en «Titanic» fue sencillamente memorable y significó un salto importante en la carrera de Kate Winslet.
