Explosiones, trepidantes persecuciones, tiroeos, héroes casi indestructibles... ¿Qué sería el cine sin el género de acción? Aquel que lleva a los espectadores a un viaje cargado de emoción y adrenalina. Un viaje que, en no pocas ocasiones está cargado también de errores... algunos de bulto. Y es que, a pesar de que estamos hablando del género predilecto de los proyectos de gran presupuesto y largos procesos de posproducción, sus joyas más emblemáticas no están inmunes a los gazapos...
LA GRAN EVASIÓN (1963) Cuando Hilts (Steve McQueen) regresa al campamento, su camiseta está sucia y claramente desgarrada. Sin embargo, cuando llega, la camiseta está impecable y con ningún rasguño.