A los Tomás Milián ya ha colgado definitivamente las pistolas. El actor ha muerto a los 84 años dejándonos una ristra de westerns legendarios.

El camino por el que Tomás Milián llegó a cabalgar por Almería y a convertirse en una leyenda del spaghetti western fue algo tortuoso. En realidad se llamaba Tomás Quintín Rodríguez y nació en La Habana el 3 de marzo de 1933, hijo de un militar que se quitó la vida de un tiro ante sus propios ojos, en 1945. De ahí saltamos a un cine en el que vio 'Al este del Edén' (Elia Kazan, 1955). Supo entonces que quería ser actor y se apuntó al célebre Actor's Studio, donde se convirtió en un actor de método, que intervino en algunas obras de Broadway hasta que Mauro Bologni se lo llevó a Italia, donde emprendió una fructífera carrera con la que transitó por todos los géneros.

Debutó pues a las órdenes de Bologni en 'La notte brava' (1959), adaptación de una novela de Pasolini por el propio Pier Paolo. Y siguieron un centenar de títulos. Entre ellos hay westerns legendarios como 'El precio de un hombre', del español Eugenio Martin (1966); 'Cara a Cara' (1967), 'El halcón y la presa' (1967) y 'Corre, Cuchillo, corre' (1969) -las tres de Sergio Sollima-; 'Oro Maldito', de Giulio Questi (1967); 'Tepepa', de Giulio Petroni (1968); 'Los compañeros', de Sergio Corbucci (1970), 'Los cuatro del Apocalipsis', de Lucio Fulci(1975), o la más paródica, ya en la decadencia del género, 'El blanco, el amarillo y el negro' (1975), también de Corbucci. Milián solía encarnar el personaje de indomable forajido, luego se pasó al poliziesco, a menudo a las órdenes de Umberto Lenzi, e incorporando personajes recurrentes como el pequeño delincuente Er Monnezza o el detective Nico Giraldi.

En más medio siglo de carrera, Tomás Milián participó en toda clase de films, de 'Boccaccio 70' (1962) a 'Traffic' (Steven Soderbergh, 2000), pasando por 'Le soldatesse' (Valerio Zurlini, 1965), 'El tormento y el éxtasis' (Carol Reed, 1965), 'La luna' (Bernardo Bertolucci, 1979), 'JFK' (Oliver Stone, 1991) o 'Amistad' (Steven Spielberg, 1997), aunque su huella la dejó principalmente en el western. De hecho, acababa de encarnar al legendario Cuchillo junto a Franco Nero en 'Keoma Rises', de Enzo G. Castellari.

adios a toda una leyenda, gran actor, muy versátil en multitud de registros, es una pena, que descanse en paz, siempre nos quedarán sus peliculas, a mi me gusto mucho en el halcon y la presa, donde casi hacia sombra a otro grande : lee van cleef, o los poliziescos italianos, donde daba su buen hacer como actor, ya digo muy versátil.

Descanse en paz el vaquero Tomás Milián.

Comenzo haciendo seriales televisivos y una gira de teatro en Italia, le dio la oportunidad de hacer cine y comenzar una largisima trayectoria de ciento y largas peliculas, en su mayoria como comentais spaguetti-western del que fue un icono y un referente...aunque en su larga trayectoria tambien quedara para el recuerdo su famoso personaje, el detective Giraldi con el que hizo no menos de diez peliculas...

Descanse en paz...!!!

Descanse en paz, una leyenda de spaghetti western sin duda.

Recuerdo que Tomás Milian protagonizó la gran película de Antonioni "Identificación de una mujer" (1968). No todo fueron spaguetti-westerns. Saludos.

larga carrera....DEP, graciasssssssssss